Una forma de Comunicación.
Un símbolo histórico forma parte de nuestro modo de comunicarnos, como si hubiera estado con nosotros desde siempre.
Antiguos en su mayoría, y algunos del siglo XX, estos símbolos forman parte de la historia
Vivimos rodeados de miles de ellos.
Hace 600.000 años los seres humanos ya comunicaban a través de garabatos y dibujos, algunos de los cuales se popularizaron hasta acabar convertidos en símbolos.
Tan antiguos como la humanidad. Detrás de cada símbolo histórico hay un relato. Repasamos el origen de algunos de los símbolos más famosos de nuestros tiempos.
Smiley.
La carita amarilla con dos ojos y una sonrisa, es hoy un símbolo histórico omnipresente, un dibujo que significa alegría y que internet y las redes sociales han hecho popular.
Todo indica que los primeros smiles surgieron a principios de la década de los 60, cuando la cadena de radio de Nueva York WMCA puso en marcha, en 1962, un concurso en el que quienes respondían correctamente a una pregunta recibían una camiseta con una carita feliz estampada.
En 1963, un programa estadounidense de televisión dirigido a los niños, The Funny Company, adoptó ese símbolo como logotipo.
Ese mismo año, Harvey Ball, un diseñador gráfico de Massachusetts, también en Estados Unidos, recibió el encargo de crear el logotipo de una compañía de seguros local.
Se sacó de la manga el smiley y recibió por su creación un solo pago de 45 euros. Nunca registró el logo, lo que explicaría su enorme difusión por todo Estados Unidos primero y el resto del mundo después.
Pero otras fuentes señalan a un periodista francés, Franklin Loufrani, como padre de este famoso icono que perdura hasta nuestros días.
A Loufrani se le ocurrió entonces la siguiente idea: que los reportajes con un contenido positivo fueran acompañados de una carita feliz. El 1 de octubre de 1971, el logotipo, bautizado ya como Smiley, fue debidamente registrado en el Instituto Nacional Francés de la Propiedad Industrial.
Un año después, el reportero Loufrani puso en marcha una empresa a la que bautizó del mismo modo, Smiley, propietaria en más de 100 países de todos los derechos comerciales relacionados con el logotipo de la carita feliz.
El Infinito.
El ocho tumbado es un símbolo histórico de origen antiguo, que aparece, por ejemplo, en la cruz de San Bonifacio (muerto en el año 754).
Pero el honor de haber sido el primero en emplear este signo con su sentido matemático, de algo que no tiene fin, corresponde al matemático británico John Wallis.
Fue el primer científico del mundo en utilizar, allá por el año 1655, un ocho tumbado para representar el infinito en su obra De sectionibus conicis.
Wallis jamás dio ninguna explicación sobre los motivos que le habían llevado a la elección de ese símbolo para representar el infinito. Sin embargo, muchos especulan con que pudiera ser una deformación del símbolo que se empleaba en el imperio romano para indicar el valor 1.000, un número asociado a enormes cantidades.
Pese a todo, el símbolo del infinito de Wallis no comenzó a emplearse sistemáticamente hasta el siglo XIX.
Arroba.
La más antigua referencia que se conoce de este símbolo es de tipo religioso y aparece en un traducción búlgara de una crónica escrita en griego por Constantinos Manasses en 1345.
El manuscrito, que se conserva en la Biblioteca Apostólica Vaticana, muestra una arroba en lugar de la letra alpha (A) en la palabra Amén. Pero se desconoce el motivo por el que fue empleada.
El profesor Giorgio Stabile, de la Universidad romana de La Sapienza, habría encontrado pruebas de que, ya en el siglo VI, los mercaderes venecianos utilizaban este signo gráfico para representar un ánfora, una medida de peso o capacidad.
El término arroba se emplea en España desde al menos el año 1088 y procedería, según todos los indicios, de la palabra árabe ar-Rub, que indicaba una cuarta parte de un antiguo quintal.
En 1971, el programador informático estadounidense Ray Tomlinson inventó el primer sistema de correo electrónico.
Buscó un símbolo para separar el nombre de la persona del correspondiente al servidor, que estuviese en todos los teclados pero que no apareciera en los nombres propios de las personas, empresas ni servidores.
Y encontró que la arroba era su mejor opción, dado su uso comercial, pues desde 1885 algunas máquinas de escribir ya la incluían en sus teclados.
Femenino.
La representación de lo femenino consiste en un círculo con una pequeña cruz bajo él.
Su origen se remonta a la Antigüedad, al periodo de transición entre la Antigüedad clásica y la Edad Media, y se empleaba para representar al planeta Venus, asociado tradicionalmente a la feminidad.
De hecho, la grafía de ese símbolo hacía alusión al espejo de Venus, la diosa griega del amor, la belleza y la fecundidad.
Además, también se representa de ese mismo modo el símbolo alquímico del cobre, el material con el que estaban hechos la mayoría de los espejos en la antigua Grecia.
Masculino.
La representación de la masculinidad consiste en un círculo del que emerge una flecha y es, además, el símbolo astrológico que representa al planeta Marte.
En la mitología romana, Marte era el dios de la guerra y de la agricultura, la trasposición de Ares, el dios que para los griegos representaba la guerra, la brutalidad y la violencia.
El símbolo de Marte representaría el escudo y la lanza de ese dios, al que ya los primeros astrónomos de Mesopotamia asociaban con el fuego y la guerra, posiblemente por su color rojo.
En química, por su parte, ese signo representa el hierro.
En zoología y botánica, los signos de Venus y Marte se utilizan para representar el género masculino y el femenino desde 1751, cuando fueron adoptados por el médico, botánico y zoólogo sueco Carl Linnaeus.
Paz.
El símbolo histórico que sirve para representar la paz, fue creado en 1958 por el diseñador pacifista británico Gerald Holtom, como logo de desarme nuclear. Se usó en varias marchas y campañas a favor del desarme nuclear y también en las protestas contra la guerra en Vietnam.
A partir de ahí, se hizo popular en todo el mundo como un símbolo de paz.
Holton aseguró haberse inspirado para componer ese signo en el alfabeto semáforo, el sistema de comunicación de la Organización Marítima Internacional en el que se utiliza la posición de los brazos para representar cada letra del alfabeto.
El diseño es una combinación de las letras N (dos brazos abiertos apuntando hacia abajo en un ángulo de 45 grados) y D (un brazo levantado sobre la cabeza) del alfabeto del semáforo, que componen el acrónimo en inglés de nuclear disarmament (desarme nuclear).
Por: Irene Hernandez.